No veo el momento de pensar sin recordarte.
El orgullo de despertarme sin haber soñado con tu cuerpo tan delgado y blanco, que se deslizaba en mis dedos hasta el rebote. El fin de mis argumentos.
Éste auto-encierro no quiere liberar mi cabeza; quiere jugar a competir más.
Como sentirse alienada entre cuatro paredes.
¿Qué más puedo perder?.
- Tu me estás atrapando otra vez... -
No hay comentarios:
Publicar un comentario