Ya sufriste cosas mejores que éstas. Y aquí ¡gracias a dios! uno no cree en lo que oye.
Ángel de la soledad y de la desolación.
Es tan simple así (no podés elegir). Claro que no siempre.
No querés girar maniatado, querés faulear... y arremolinar. Medís tu acrobacia y saltás.
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