Se que te pierdo, pero sé que no te vas.
Me doy cuenta que ahí estás y yo puedo ser quien quiera ser.
Me equivoco otra vez, ya no estás.
¡¿Dónde te fuiste?!
A probar nuevos perfumes, a simpatizar por otro camino.
Mientras rompés murallas, yo tomo un café.
Así como creas un nuevo ámbito, yo estoy adorando el placer del dolor.
el dolor puede volverse adictivo, el sufrimiento también.
ResponderEliminaruna cagada JAJAJA.
tengo que pasar a verte y charlar. te quiero,poli ♥
no se si esto lo vas a leer pero asumo que si. me gusta mas esto de los lugares que ya nadie pasea (?). ajaja